Dermatologia Pediátrica

 

El molusco contagioso es una enfermedad infecciosa de la piel, benigna y autolimitada, causada por un virus de la familia Poxviridae.

 

Esta enfermedad es muy común en la infancia, se transmite a través del contacto con otras personas infectadas. Se caracteriza por pequeñas lesiones rosadas o del color de la piel, de aspecto ligeramente brillante, con perforación central.

 

La duración del cuadro es variable, suelen ser autolimitantes y desaparecen espontáneamente a los 9 meses. Los pacientes con dermatitis atópica y las personas inmunodeprimidas tienen un mayor riesgo de infección.

 

A pesar de esto, a menudo se realiza una terapia adecuada de manera temprana para evitar un aumento en el número de lesiones y la propagación de la infección a otros niños.

 

El tratamiento varía desde medicamentos tópicos hasta legrado quirúrgico según el caso.

 

Las verrugas virales son muy comunes en la infancia. En la mayoría de los casos las lesiones son pequeñas y autolimitadas, pero en algunos pueden crecer y volverse sintomáticos con dolor, sangrado y daño cosmético significativo.

 

El tratamiento puede ser desafiante en este grupo de pacientes por dos razones: la baja tolerancia a las molestias que el tratamiento puede generar, y también la ineficacia del sistema inmunológico de defensa de los niños, que aún no está completamente desarrollado.

 

El seguimiento con un dermatólogo tiene como objetivo el tratamiento adecuado de estas lesiones con las menores molestias posibles para el niño.

 

El hemangioma infantil es el tumor vascular más común en este grupo de edad. Suele aparecer en las primeras semanas de vida del bebé, con un crecimiento progresivo hasta el año de edad.

 

Dependiendo de la localización, tamaño y profundidad, es necesario el tratamiento con productos tópicos y medicamentos orales.

 

Un error común en el manejo de esta lesión es iniciar el tratamiento después de los 2 meses de edad, cuando la lesión ya es muy extensa o se está deformando.

 

Es importante un abordaje precoz para evitar sobrecrecimientos y secuelas en estos pacientes.

 

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel muy frecuente en la infancia, que afecta hasta al 20% de los niños menores de 2 años.

 

Su principal característica son las placas de eczema (enrojecimiento, costras y secreción serosa) en pacientes con piel seca.

 

Las orientaciones de baño e hidratación de la piel, además de los medicamentos adecuados para el tratamiento de esta afección, alivian en gran medida los síntomas y el aspecto de la piel de estos niños.

 

La mayoría mejora con el crecimiento, sin embargo, algunos pacientes progresan a formas graves que persisten hasta la edad adulta.

 

El seguimiento con un dermatólogo es muy importante para el tratamiento adecuado de esta enfermedad y sus posibles complicaciones.

 

La dermatitis del pañal es muy común en los primeros meses de vida de un bebé. Es un término genérico que engloba varias dermatosis que pueden ocurrir en la piel que está en contacto con el pañal.

 

La dermatitis más común presente en esta región es la dermatitis de contacto irritante que ocurre debido a la exposición prolongada de la piel del bebé a la orina y las heces.

 

Este contacto prolongado sumado al calor y la humedad locales provocados por el uso del pañal provocan la agresión de la fina piel del bebé, provocando enrojecimiento y maceración.

 

Un error común en estas situaciones es el uso indiscriminado de pomadas sin receta médica, lo que puede acarrear graves consecuencias para la salud del bebé.

 

También es importante señalar que cambiar la marca del pañal a menudo no resultará en una diferencia para resolver el problema.

 

El seguimiento dermatológico es muy importante para el correcto diagnóstico y tratamiento de estos niños.

 

Pediculosis es el nombre científico de una infección por piojos del cuero cabelludo. Tiene una distribución universal, es decir, afecta a niños y adultos de todas las edades y países.

 

El síntoma más importante es la picazón en el cuero cabelludo, especialmente en la nuca. Durante el examen clínico, observamos el piojo adulto y sus huevos, conocidos como liendres, adheridos al tallo del cabello.

 

El tratamiento de esta condición debe ser rápido y efectivo para reducir el riesgo de contagio a otras personas y evitar complicaciones de la enfermedad como dermatitis e infecciones secundarias.